Nenúfar blanco

Nymphaea alba, conocida comúnmente como el nenúfar blanco, es una de las plantas acuáticas más elegantes de la naturaleza. Flotando tranquilamente sobre lagos y estanques de toda Europa, esta impresionante flor cautiva con sus pétalos blancos puros y su centro amarillo dorado.
El nenúfar blanco prospera en ambientes de agua dulce tranquilos, como estanques, lagos y ríos de corriente lenta. Sus hojas redondeadas y flotantes (a menudo llamadas hojas de nenúfar) pueden alcanzar hasta 30 cm de diámetro. Las flores florecen desde finales de la primavera hasta principios del otoño y se abren solo durante las horas del día.
Nymphaea alba prefiere lugares soleados y aguas poco profundas de hasta 2 metros de profundidad. Sus raíces están ancladas en el fondo fangoso, mientras que las hojas y flores flotan en la superficie, creando una escena pintoresca.
Más allá de su belleza, Nymphaea alba desempeña un papel vital en los ecosistemas de agua dulce. Sus amplias hojas proporcionan sombra y refugio a insectos acuáticos, ranas y peces, ayudando a regular la temperatura del agua y a reducir el crecimiento de algas.
A lo largo de la historia, el nenúfar blanco ha simbolizado la pureza, la paz y el renacimiento. En la mitología, suele asociarse con las ninfas del agua y el despertar espiritual. Artistas y poetas se han inspirado durante siglos en su serena elegancia — especialmente Claude Monet, cuyas pinturas de nenúfares se convirtieron en íconos del arte impresionista.